PENURIAS
El calvo se está dejando barba. De vez en cuando, le da por reinventarse. Como no tiene pelo en la cabeza, se lo deja en la cara. Lo malo es que en la cara tampoco tiene demasiado. Lo único que le sale recia es la perilla. Y encima, ahora, canosa.
Es cosa sabida que los calvos arrastran un complejo que te cagas. Aunque, como él, lo nieguen. Secretamente, les gustaría, por compensación, llevar unas melenas hasta el culo. Pero, como no pueden, ya te digo, prueban con barbas, bigotes y similares. Que no es lo mismo, pero ayudan a reivindicar su virilidad. Según ellos, claro.
Lleva unos días taciturno, y con un humor de perros. Es que los panolis tienen un piso a la venta desde hace meses, y no lo venden ni para atrás. Se conoce que la cosa les preocupa. Siempre están con el piso en la boca. El puto piso, la mierda ésta de crisis, dicen. Venga tacos. Yo, la verdad, no me pronuncio: no lo he visto. Se mudaron a la casa antes de llegar yo.
No sé yo, la verdad, si me hubiera hecho a vivir en un piso. Aquí, a ras de suelo, y en pleno campo, las cosas se ven diferentes. Entran hormigas, por ejemplo. Llevamos unos días enhormigados. Cuando me aburro, las persigo y me como unas cuantas. No son gran cosa, pero cumplo con mi cuota de exotismo.
Etiquetas: circunstancias
2 comentarios:
A ver si te vas a convertir en una osa hormiguera :P
No te preocupes, tengo muy clara mi condición sexual xD
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