CREDENCIALES
Hace ya bastantes días que no me bufo. Y es curioso, no siento la necesidad de hacerlo. A veces, es cierto, los panolis me hacen cabrearme, el calvo sobre todo. Como tengo bastante carácter, cuando me cabreo, suelo perder el mundo de vista. Muerdo y araño, huelga decirlo. Sin embargo, mientras que antes, en el colmo de la excitación producida por el enfado, terminaba erizándome y bufando como una condenada, ahora no, y la verdad es que me extraña.
A lo mejor va a ser porque estoy madurando, porque aprendo a controlar mi genio. Que lo sigo teniendo, no vayas a pensar. Ahora me enfado, pero con moderación, sin esa tendencia apocalíptica que antes me dominaba. Ahora, un par de bocados, un arañazo justo a tiempo, y ahí queda la cosa. Es fascinante, oye.
Cuando me bufaba, en el fondo, disfrutaba como una enana. La primera vez fue con la perra del vecino, ya he hablado muchas veces de ella, así que no voy a extenderme. Tendría yo mes y medio, más o menos. El calvo se asustó al verme hinchar el rabo mientras me tenía en brazos. Luego, ya más asentada en mi nueva casa, me daba por bufarme delante de la rubia, así, sin venir a cuento. Que la rubia, era verme y se acojonaba, y a mí me gustaba dirfrutar de ese poder.
Y ya me ves, aquí tan aplacada, sin ganas de aterrorizar. Va a ser porque me empleo demasiado a fondo con la rata de trapo. Descargo con ella demasiada adrenalina, y claro, luego no estoy para nadie. Tendré que moderarme. En esta vida, todo hay que hacerlo con moderación. Me lo dijo mi madre, siendo yo casi recién nacida, un día en que, de todo un nido de gorriones, sólo se comió a uno.
Etiquetas: esencias
2 comentarios:
Te habrás mirado en el espejo al bufarte y por eso no lo repites XD
muakys
P.S. Ah, ya le he comprado algo al calvo, pero no le digas nada.
OK, te guardo el secreto :)
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